Mostrando entradas con la etiqueta clémence Loonis. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta clémence Loonis. Mostrar todas las entradas

domingo, 1 de abril de 2012

LA VACILACIÓN DEL MUNDO

Hoy he luchado con las vocales más bellas.
No hubo ayer.
Esparcidas sobre el destino
como un imán que se balancea,
borran las celdas donde la pieza que gira su tierra
se espanta sin humano.

¿Acaso existe una lluvia de estrellas
que viene a reconocer la felicidad
que destrona el poder,
la que nace extraída de un color de barro?

Sé que el tapiz hay que jugarlo,
que las bocas se abren hasta los pies
cuando escuchan a cuerpo llamar
su distintivo vuelo límite.

Hay una brecha de día, una promesa feliz
pero nadie recuerda el calzado que llevo la idea
a tocar fondo,
a echar raíces si que el ahogo clasificase
el borboteo que siembra mi mano.

¿Dónde habrás ido, Mundo, cuando viajas solo
y que tu corazón es una puerta batiendo las alas
frente a cualquier vida?

Como no puedo ponerte en mi boca
como una desilusión,
apago todas las llamas.

Construyo en esa esquina nublada,
escribiendo en tu nombre,
las sílabas que guían mis pasos.

Alcanzaré tu infinito,
ese lago que no une como el mar
y nos acuesta juntos, en una frase,
un horario, donde puede reinar tu vértigo.

Quiero ser tú y yo y las grandes capitales
tu repentino olor a espejo,
tu ruta inesperada que ensancha tus ojos,
despliegue del día,
la voz que reconoce la voz,
la vacilación del mundo.


Clémence Loonis

lunes, 13 de junio de 2011

NO HAY LÍMITES

Empecé a absorber los rincones del límite,
a reconocer que en cada sílaba
tu nombre saltaba de la barandilla
y me besaba con frenesí musical.
-
Después hubo luces, giros empecinados.
Volvías con hambre y hablabas
de mujeres con sus cofres de zinc
sus delantales abrochados al otro.
-
Metía la mano en el futuro
y te sacaba fuerte, con la cabeza en la palabra
sacudiendo recuerdos, puntos, madres,
desventajas para la alegría.
-
Brillaba tu tiempo, el esplendor refrescaba
los límites y tus ojos eran brújulas.
Con la señora del entendimiento
fuimos al día a acunar tus múltiples.
-

-
Poesía inédita
Clémence Loonis