sábado, 14 de febrero de 2009

ZONA VEDADA

Como quien dice con pálidos labios: “Estoy
cansado de la vida”
se pierde de pronto
la gracias de ser hechizado por una hoja o una gota de lluvia
intratable y sombría vuelve del río la luna de la infancia
y las bellas seducen por una gran tristeza
Se extingue mi vista
Las magias del tacto, con lentos reverberos misteriosos,
se pierden en la memoria, desaparecen entre el día y los
sueños,
es decir, se desgasta la vida, como si en este inagotable combate
-el aria de un alma con la infinita tentación de las cosas-
hubiera perdido la partida.
Y sin embargo,
juro que nunca en este planeta indescifrable,
en este zodíaco de infalibles mujeres con los relámpagos de la lujuria
pájaros y países, injusticia y error,
he dejado de amar un instante cada partícula y sol de estar vivo
con mis humildes dioses iguales a una fruta o un huevo
o ese otro, de largos muslos de plumas que pierde siempre la cosecha
dioses de carencia o de súplica, de agua que fluye o brasas insolubles
Y nunca, en tal antro de sangre
en tales galaxias de besos
playas arrodilladas ante demonios cubiertos de espumas,
en este fascinante temporal de destrucciones,
he blasfemado de mi ciego latido o “estoy cansado de la vida”.
Nunca



ENRIQUE MOLINA

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