lunes, 27 de julio de 2009

TÚ VIVES SIEMPRE EN TUS ACTOS

Tú vices siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,
sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace
señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudas.

Porque has vuelto los misterios
del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reló
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.
Y nunca te equivocaste,
más que una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo.

PEDRO SALINAS

jueves, 16 de julio de 2009

INVITACIÓN AL RECITAL DE POESÍA DE NORMA MENASSA EN MADRID




Domingo, 19 de julio de 2009, a las 19 h

Colegio Mayor Argentino "Nuestra Señora de Luján"
c/Martín Fierro, 3 (28040 Madrid)

- ENTRADA LIBRE -

Organiza: Asociación Juventud Grupo Cero

LOS QUE SE QUEDARON

Tiempos extraños, lejanos de perfumes y cabellos al viento.
La edad pasó en horas congeladas y tardes de tedio,
corriendo por las avenidas al ulular de las sirenas
que enfriaban las hojas de los árboles,
antaño reverdecidas de sol y sacrilegios
cometidos en crueldades sin nombres,
sólo lápidas de mármol convertidas
en blancas banderas de rendición.

¿Qué demonios arrojaban azufre sobre los adoquines,
apisonados rectángulos prisión de hierro y piedra
que partía los solitarios cuerpos de los jóvenes,
enrojecidos, tristes de sangre de crepúsculos y muerte
anticipada,
que congelaba el alma?

En los exilios pienso… y quedo detenida en el espacio,
y desciendo en silencio los escalones del despojo,
y mi carne no responde ya al estremecimiento
y abandonada yerra por laberintos ciegos
lejos de cualquier sueño.

Cómplices del silencio, del crimen, de la hoguera,
nos quedamos mirando los frentes de las casas
sin ángeles pintados, sin olor a glicinas,
con gorriones de luto y un otoño empalideciendo
la vida de los que no partimos, sin saber por qué causa
la escarcha y el glaciar mantienen la distancia.

Después la noria continuó girando,
pero no pudo con los lechos urgentes robados a la luna
que sabes a agonías,
con las sonrisas detenidas en bordes de locura,
y pieles desmayadas en frentes apretadas por latidos
estériles
con vapores de espanto.

No pudo con lo inútil de un llanto,
un llanto de fantasmas que atravesaba sombras
en regiones de mausoleos de ónix,
donde esta vez el ave se quedó de tutela durmiendo de
costado.

NORMA MENASSA
Buenos Aires, 1938

HE SOÑADO TANTO CONTIGO

He soñado tanto contigo que pierdes tu realidad.
¿Aún es tiempo de alcanzar ese cuerpo vivo y de besar en esa boca el nacimiento de la voz amada?
He soñado tanto contigo que mis brazos acostumbrados, de tanto estrechar tu sombra, a cruzarse sobre mi pecho, no se adaptarían al contorno de tu cuerpo, quizás.
Y ante la apariencia real de lo que me obsesiona y me gobierna desde hacia días y años, me convertiría sin duda en una sombra.

Oh balanzas sentimentales
he soñado tanto contigo que ya no es tiempo sin duda de despertar. Duermo de pie, el cuerpo expuesto a todas las apariencias de la vida y del amor y tú, la única que hoy cuenta para mí, has de saber que me sería más difícil tocar tu frente y tus labios que los primeros labios y la primera frente que llegaran.
He soñado tanto contigo, caminando tanto, hablando tanto, me he acostado tantas veces con tu fantasma que ya no me queda más quizá, y sin embargo, que ser fantasma entre los fantasmas, y cien veces más sombra que la sombra que se pasea y se paseará alegremente por el reloj de sol de tu vida.

ROBERT DESNOS

sábado, 11 de julio de 2009

DE RODILLAS TAMBIEN SE LLEGA

Extraño incidente de desamor, todos queríamos ganar,
un grupo de alienados viviendo un transitorio escepticismo,
un desamor a aquel viajero que nos dejó cuidando sus negocios,
esa usina de estrellas apagadas de las que renaceríamos bebiéndonos su brillo.
Lo cierto es que nadie dio la orden,
solo ese hombre plantado en su lugar y que otra vez pensó por todos.
Sus palabras se repitieron hasta el mar y volvieron a señalar nuestro nacimiento equivocado.]

Todo fue prematuro,
no quisimos leernos en los libros que ninguno de nosotros había escrito todavía,
vivíamos en la raíz del árbol,
no habíamos fundado aún la tierra en donde nos proponíamos nacer.
Teníamos cuadernos llenos de caligrafías peligrosas,
había que llenarla de vientos, de hojas, de pies desnudos, de pan, de hormigas,
de árbol, de diamante, de corazón enamorado.
Estábamos tan mal conformados que no pudimos aprender que las letras vienen sueltas,
como la vida de los hombres,
que había que esperar el sobresalto,
el sacudón que nos separe de la tierra.
Una soberbia me invadía,
a ras del piso, casi sin existencia, yo quería dar un espectáculo sublime,
escribir para millones de analfabetos arruinados y mudos,
ellos se excitarían con mis labios moviéndose y será memorable,
solo me queda a mi la poca cosa,
el caer de rodillas frente al orden astral
y mostrar mi orgullo herido por la noble razón:
el poeta habla, el poeta sueña,
pero hundiendo sus manos en la tierra amasa tanto el pan como el poema.

de NORMA MENASSA

miércoles, 8 de julio de 2009

LA DE SIEMPRE TODA

Si les digo que todo lo dejé
es porque ya no es ella de mi cuerpo,
nunca de eso me jacté,
no es verdad
y la bruma de fondo donde voy
no sabe nunca si he pasado.

Sólo yo puedo hablar
del abanico de su boca y del destello de sus ojos
sólo yo estoy rodeado
por ese espejo nulo donde el aire me cruza
y el aire tiene un rostro, un rostro enamorado,
un rostro amado, el tuyo,
ya ti sin nombre e ignorada por los otros,
el mar te dice: sobre mí,
y el cielo; sobre mí,
los astros te adivinan, las nubes te imaginan
y la sangre esparcida en los mejores tiempos,
la sangre de la generosidad
te lleva con delicia.

Yo canto la alegría de cantarte,
y la alegría de tenerte o no tenerte,
el candor de esperarte, la ingenuidad de conocerte,
tú que suprimes el olvido, la espera y la ignorancia,
que suprimes la ausencia y que me das al mundo,
canto para cantar, te amo para cantar
ese misterio donde
tu amor me crea y se libera.

Eres pura, más pura todavía que yo.


PAUL ÉLUARD

jueves, 2 de julio de 2009

CANTO A MI MISMO

CANTO A MI MISMO

-44-

Ha llegado la hora de que me explique; pongámonos en pie.
Me despojo de lo conocido,
Y me lanzo con todos los hombres y mujeres hacia lo Desconocido.

El reloj indica los instantes –pero, ¿qué indica la eternidad?
Hemos agotado ya trillones de inviernos y de estíos,
Pero nos quedan aún otros trillones de trillones.
Los nacimientos nos han traído riqueza y variedad,
Y otros nacimientos nos traerán más riqueza y variedad.

No llamo a ninguno grande ni pequeño,
Quien ha llenado su tiempo y su lugar es igual a otro cualquiera.

¿Ha sido la humanidad cruel o celosa para con vosotros, hermanas
y hermanos míos?
Lo siento, no ha sido cruel ni celosa para conmigo:
Ha sido buena, no tengo motivos de queja
(¿Qué utilidad habría en quejarme?)

Soy el apogeo de las cosas logradas y contengo las cosas que serán.

Mis pies se asientan sobre el peldaño más alto de la escalera,
En cada peldaño hay racimos de épocas, y racimos mayores entre un
peldaño y otro,
Todos los inferiores han sido ya recorridos y, no obstante, asciendo y asciendo.
Asciendo, y detrás de mí se inclinan los fantasmas,
Veo, allá lejos, la primigenia Nada enorme, sé que estuve en ella,

Esperé siempre, invisible, y me dormí en la niebla letárgica,
Y no tuve prisa, y no recibí daño del fétido carbono.

Mucho tiempo estuve en brazos de las tinieblas -mucho tiempo.

Inmensa fue la gestación de mi ser,
Fieles y cariñosos los brazos que me ayudaron.

Los cielos transportaron mi cuna, remando sin cesar como alegres
barqueros;

Para darme paso, las estrellas se apartaron de sus órbitas,
Y enviaron su influencia para que cuidase de lo que había de recibirme.

Antes de que yo naciera de mi madre, generaciones enteras me guiaron,
Mi embrión nunca estuvo adormecido, nada pudo oprimirlo.

Por él la nebulosa se condensó en un astro,
Los lentos estratos se amontonaron para que en ellos descansara,
Una gigantesca vegetación le dio alimento,
Saurios monstruosos le transportaron en sus fauces y lo depositaron
dulcemente.
Todas las fuerzas elementales trabajaron sin cesar para completarme
y deleitarme.
Y ahora estoy aquí en pie con mi alma robusta.


WALT WHITMAN